Tipo: Novela/Traducción
Título: Yokozawa Takafumi no Baai
Serie: Sekai-ichi Hatsukoi
Autor / Circulo: Nakamura Shungiku
Clasificación: PG-13
Idioma: Español
Fuente: SemtemberScanlation
Notas: Esta vez, Yokozawa se entera de de Kirishima publico sus fotos... ¿pero cuales fotos?. Por favor, disfruta y siéntete libre de enlazar a la gente A ESTE LUGAR para leer.
Traducción: Lafere
Capítulo 4
Ser
empujado a la plataforma desde un vagón completamente lleno que acaba de llegar
a una estación fue el detonante para que la mente de Yokozawa comprendiera que
una nueva semana estaba comenzando y, al mirar el mar de gente que se
apresuraba para llegar a sus respectivas oficinas - todos usando los mismos
trajes - Yokozawa se mezcló entre la multitud.
Los
lunes por la mañana siempre le parecían deprimentes. No era que a Yokozawa no
le agradara lo que hacía ni nada por el estilo, pero tener dos días libres
realmente le complicaba volver al trabajo. Y además, para colmo de males, el
inicio de la semana solía traer juntas, lo cual le daba aún más flojera. En
ellas todos debían compartir su información e intercambiar opiniones, pero para
nuestro impaciente personaje solo era una patada en el trasero. No todos
trabajaban con la misma motivación, por lo cual cada quien avanzaba según su
ritmo. A veces podían ponerse al corriente y cooperar para alcanzar el
objetivo, pero otras se las arreglaban para estorbarse. Estos episodios
molestaban tremendamente a Yokozawa, quien pensaba que, a la larga, le
beneficiaría más invertir el tiempo visitando una o dos librerías que en las
mencionadas reuniones. No obstante, creía que Marukawa Shoten era una compañía
con un número considerable de pensadores independientes. Si no lo fuera, una
persona tan desconsiderada como lo era él habría sido despedida desde hace un
buen rato.
Con
el tiempo, Yokozawa aprendió a verse a sí mismo desde un punto de vista
objetivo. Mientras sus mayores aún podrían creer que era un tanto inexperto, él
se sentía con la suficiente experiencia para desempeñar sus labores, tanto así,
que su yo adolescente tal vez no se habría imaginado que sería capaz de regalar
la “sonrisa de las ventas” de la manera en que lo hacía cotidianamente.
Yokozawa
compró algo para desayunar en un mini súper y miró la tan familiar colina que
pasaba cada día. Rebasó un grupo de mujeres que caminaban lentamente y entró al
edificio principal a través de las puertas automáticas. Ahí, dos mujeres
perfectamente maquilladas y sin ningún cabello fuera de lugar estaban sentadas
sonriendo en el escritorio de la recepción, donde daban la bienvenida a los
empleados e invitados que ingresaban. Sin embargo, parecía que sus sonrisas
ocultaban algo aquel día.
“Ah, ¡Yokozawa - san!
¡Buenos días! - ¡Buenos días!”
Las
recepcionistas continuaban observándolo como si quisieran decirle algo y
Yokozawa les devolvió la mirada suspicazmente. Tenía el extraño presentimiento
de que, recientemente, alguien se había reído por lo bajo de él, pero no podía
recordar dónde.
“Buenos días… ¿acaso
tengo algo en mi cara?” no pudo evitar
preguntarse de donde vino el “¡ah!” que escuchó. En cuanto la curiosidad lo
obligó a preguntarles por qué reían, las mujeres intentaron calmarlo sonriendo
como de costumbre.
“¡N - no! ¡No tiene nada!”
“¿?”
Cuando
sintió la extraña sensación de tener pequeños huesos de pescado atorados en la
garganta, se dijo que no valía la pena presionarlas y dejó atrás la recepción
sin hacer más preguntas. Poco tiempo después, al detenerse detrás de unos
editores que esperaban el elevador, sacó su celular y, mientras llegaba, revisó
los mensajes de texto que acababa de recibir. En ese instante la conversación
de sus compañeros llegó a sus oídos.
“Dios, de verdad no
puedo olvidar la foto que Kirishima - san nos enseñó.”
“¡Realmente me
sorprendió! Estaba exhausto por el tiempo extra, ¡pero en cuanto la vi
desperté!”
“Era como ver la
sorprendente verdadera identidad de Yokozawa - san, ¿no crees?”
Al
principio Yokozawa no prestó mayor interés a la plática pensando que se
trataban de un montón de chismes, pero frunció el cejo en cuanto su propio
nombre entró a colación. No había oído mal. Ellos acababan de acababan de
mencionar una foto. Trató de forzar su memoria para recordar las que Kirishima
tenía de él y solo pudo recordar las fotos, las que Kirishima le había tomado
aquella noche y que posteriormente había usado para chantajearlo. Si bien era
difícil que Kirishima se las mostrara a alguien sin ningún motivo, era un
asunto que no podía dejar pasar.
“Oigan, ¿qué tanto
andan hablando de mí?”
“¡Ahhh! ¡¿Yokozawa -
san?!”
Al
llamarlos, los editores voltearon a verlo sorprendidos: uno se puso pálido,
mientras que el otro parecía que iba a huir en cualquier momento.
“Así que… ¿qué fotos
vieron?”
“¡Ninguna!”
“Si no vieron nada, ¿por
qué se ponen así?”
“Es que… es que…”
“¡Ya suéltenlo!”
Gruñó
en voz baja, lo cual hizo que la pareja se estremeciera de miedo. Yokozawa les
dirigió una dura mirada y ellos comenzaron a explicarse: “Nosotros no
pedimos verlas, ¿entiende? ¡Pasa que Kirishima - san las estaba mostrando la
semana pasada! ¡Y dijo que lo estaba esperando en casa con la cena que había
preparado para él…!”
“¡¿Qué?!”
“Y después nos
enseñó una foto de usted que su hija le envió en un mensaje de texto… donde
usted cocinaba usando un mandil rojo…”
El
editor bajaba la voz conforme hablaba, pero Yokozawa no necesitaba oír más para
saber de dónde había salido la fotografía, básicamente porque solo había una
persona que había estado en la cocina con él y Hiyori. No pudo imaginar que
podía estar pasando por la mente de la niña cuando envió la foto pero, sabiendo
que no lo había hecho de mala fe, no pudo enojarse con ella. En cambio, lo que
sí era difícil de disculpar era a quien las hizo circular. Esa debía ser la
razón por la que Kirishima estaba de un muy buen humor cuando regresó a casa el
viernes por la noche. Que sonrisa tan tonta y enferma tenía… todo cobraba
sentido. Se sentía tan idiota por creer tan fácilmente que Kirishima era un
buen padre y, ahora que sabía que se estaba burlando de él a sus espaldas,
sentía a su cuerpo hervir del coraje.
“¡N - no fue nuestra
culpa! ¿Entiende, verdad?”
“Olvídenlo, ya.”
Miró
hostilmente a los editores que intentaban disipar la atmósfera que los envolvía
y a quienes ordenó duramente deshacerse de la imagen que tenían en sus mentes.
“Pero… aunque nos
lo diga no podemos…”
“Dejen de quejarse.
Si no pueden, les ayudaré”
En
cuanto Yokozawa alzó su puño frente a sus rostros, se mostraron más dispuestos
a cooperar.
“N - no, ¡podremos
hacerlo!”
“¡Y díganle también
a los demás! Si alguien menciona una palabra sobre este asunto, ¡me encargaré
de que jamás vuelvan a vender un libro!”
“¡Cla - claro!”
Justo
cuando se irguieron, el elevador se detuvo en el primer piso y las puertas se
abrieron lentamente. No obstante, a pesar de que habían llegado primero, los
editores obedientemente dieron un paso a su costado para dejar pasar a
Yokozawa.
“¡Por favor, pase!”
“¿No van a entrar?”
“Oh… uh… olvidé pasar a
la tienda, ¡volveré en un rato!”
“¡Oh! ¡Yo también! Aún no
he comprador mi desayuno, ¡así que yo también voy!”
Apenas
terminaron de decirlo abandonaron el edificio, dejando que Yokozawa tomara solo
el elevador.
“Maldición” suspiró.
Lo
más probable era que las recepcionistas reían porque también habían visto su
foto con mandil. Pero no todo estaba perdido. En algún momento del día
Kirishima debía ir a la oficina así que, mientras planeaba darle al tipo una
cucharada de su propia medicina, Yokozawa apretó el botón del 5° piso en lugar
del 3°, que era donde se encontraba el departamento de ventas. La mayoría de
los editores que contaban con horarios flexible aún no llegaban a esas horas de
la mañana, incluso algunos de ellos no lo harían sino hasta la tarde. Yokozawa
salió del elevador, entró al completamente departamento de manga shonen y
caminó hacia el escritorio del editor en jefe que se encontraba casi al fondo.
Al principio de la semana, justo después de hacer terminado el ciclo, la única
persona que se encontraba en aquellos momentos en el piso era Kirishima.
“Buenos días. Llegas
temprano.”
En
lugar de devolver el saludo, Yokozawa se dejó llevar por sus emociones.
“¡¿Pero qué demonios estabas pensando?!”
Sus
fuertes gritos hicieron eco por todo el lugar y, aunque muchos se hubieran
muerto de miedo al oír su voz, Kirishima no se inmutó en lo más mínimo.
“Esta mañana despertaste
con muchas energías. Ten cuidado, si alzas así la voz toda la sangre irá
derechito a tu cabeza.”
“¡¿Y de quién crees
que es la culpa?! ¡Bastardo! ¡No puedo creer que puedas andar enseñando las
fotos de otras personas sin su permiso!”
“Ah, eso.
Bueno, es que era tan tierna que no lo pude evitar. Pensé que te favorecía
mucho y cuando deje que Katou la viera, todos se juntaron alrededor y miraron.”
“¡No me vengas con
esa mierda de ‘no lo pude evitar’! ¡Hasta se la enseñaste a las recepcionistas!”
“Ah sí, es que
también estaba presumiéndote. Hiyo hizo un esfuerzo y me envió un mensaje
diciéndome que debería trabajar duro porque ella y Yokozawa - oniichan estaban
preparando nikujaga para la cena…”
“Pero eso no
te da derecho…”
“Mira, hasta la puse de
wallpaper” Kirishima abrió su teléfono
y le mostró la pantalla a Yokozawa. Y ahí estaba él, cortando vegetales usando
un mandil rojo con puntitos blancos.
“¡Ya basta! ¡¿Cuál es tu
problema?!”
En
la foto, Yokozawa tenía un cuchillo en sus manos y estaba pelando una papa como
si llevara haciéndolo años. Le dolió la cabeza cuando pensó en los compañeros
que ya la habían visto.
“Es solo un pasatiempo
inofensivo. Vamos, te ves adorable. ¿Sabes? Me ayudó a sobrevivir el fin del
ciclo…”
“¡Como si me importara!
Ese no es el problema aquí…” al
sentir la presencia de otros se detuvo.
¡Quién
sabe qué tipo de rumores se desatarían si lo sorprendían discutiendo con
Kirishima!
“¡Buenos días, Kirishima
- san!”
Dos
editoras que se dedicaban a la sección de noticias de anime en la revista
entraron con el desayuno en sus manos y, al ver a Yokozawa, comenzaron a
platicar:
“¡Yokozawa - san,
la vimos!. Se nos hizo extraño que
Kirishima - san estuviera sonriendo al mirar a su celular el viernes por la
noche, ¡pero que lo hiciera por observar una foto de Yokozawa - san! ¡Eso si
que fue impactante! Ese mandil rojo le quedaba tan bien, ¡se veía muy lindo!”
- ¡Ca…! - al
escucharlas hablar tan inocentemente, Yokozawa sintió vértigo.
Hasta
ese momento estaba acostumbrado a oírlo de Kirishima, pero aquella debía ser la
primera vez que una mujer lo llamaba lindo. Dirigió una mirada al hombre que, a
su lado, se encontraba contemplando la nada como quien no quería la cosa.
“Oigan… ¿como a
cuantas personas le mostraron la foto?”
“Hm… oh… no
recuerdo… antes de que me diera cuenta, había muchas personas detrás de mí así
que…. ¿creo que todos, no?”
“¡Tú…” al
alzar su voz sin pensar, escuchó algunas risillas.
“¡Es muy cercano a
Kirishima -san, ¿verdad?!”
“¿Cómo fue que se
hicieron amigos? Nunca antes los había visto juntos.”
“¡No somos
cercanos!” su seño se contrajo al decir aquella mentira.
Ellas
no se podían imaginar cómo tomaron ventaja de uno de sus momentos de debilidad
ni que en ese mismo momento estaba siendo víctima de un chantaje. Sin embargo,
parecía no importarles la respuesta que recibieron y comenzaron a hablar por su
cuenta.
“Pero… ¡vimos que
cocinaba la cena en casa de Kirishima-san con su hija! ¿No creerás que irá tras
ella o sí?”
“¡Claro que no! ¿Ya vio cuántos
años tiene? ¡No tengo complejo de Lolita!” Yokozawa pudo ver que
Kirishima sonreía de oreja a oreja a costa de su predicamento, prácticamente
podía oírlo decir en su mente ‘claro que
no porque eres gay’.
“¡Pero nunca
imaginé que podía cocinar…! Claro, aunque como un inexperto. ¡Y hasta sabe cómo
blandir el cuchillo! ¿De verdad es tan bueno en el quehacer?”
“¡Ah! ¡Eso me recuerda!
Algunos de nosotros estábamos pensando en tomar una clase de cocina, ¿le
gustaría unirse? Se supone que nos enseñarán tips para aprender a hacer
platillos franceses sencillos…”
“¡Demonios no!” su
voz enojada, que normalmente podía hacer temblar a cualquiera, tenía un dejo de
humillación. Es más, era consciente que carecía de impacto. En vez de
tambalearse frente a un enojado Yokozawa, las mujeres continuaron hablando como
si nada.
“¡… Ahora que sé
que Yokosawa san tiene un lado doméstico siento que puedo confiar más en él…!”
“¡Claro! ¡De verdad es
más fácil acercarse a él”
“...”
Yokozawa
sentía cómo su cabeza comenzaba a punzar y ni siquiera podía reprender a las
empleadas que cotilleaban a sus costillas. Por principio de cuentas hablar con
mujeres no era uno de sus puntos más fuertes: o sus ojos se llenaban de
lágrimas si llegaba a dirigirles la más leve de las palabras ásperas o siempre
se quejaban de su carácter. Sabía que si insistía más en el tema cavaría su
propia tumba, por lo que decidió cambiar de objetivo al volver su atención a
Kirishima.
“De todas maneras,
deshazte de esa foto. Ahora.”
“¿No crees que no habría
problema si la conservara para mí y no la muestro a nadie más? Recuerda que
Hiyori se esforzó para enviármela.”
Yokozawa
puso los ojos en blanco ante los mohines de Kirishima. Se sentía mal por
Hiyori, pero si dejaba que ese tipo conservara esa clase de información, no
tendría manera de saber cuándo o con quién la compartiría. Si de por sí ya era
malo que la guardara en su celular, que la trajera como wallpaper… no podía
permitirlo.
“¡Solo apresúrate y
deshazte de ella! ¡No confío en ti!”
“¿Sabes? No me agrada la
gente recelosa. En fin, creo que no tengo otra opción. Borraré ésta por ti…
aquí va.”
Tras
presionar algunos botones del teléfono, se lo mostró a Yokozawa para que
pudiera ver la foto y presionó la opción “eliminar”.
Nuestro personaje, por su parte, llevó una mano a su pecho al sentir que un poco de su preocupación finalmente desaparecía. No obstante, no pudo evitar sentir cierta desazón al recordar las palabras de Kirishima: “borraré ésta por ti” Tal vez se estaba preocupando de más por el énfasis en aquella palabra, pero fue inevitable pensar que tal vez se refería a las fotos del incidente que aún tenía en su poder y con las cuales lo amenazaba.
Nuestro personaje, por su parte, llevó una mano a su pecho al sentir que un poco de su preocupación finalmente desaparecía. No obstante, no pudo evitar sentir cierta desazón al recordar las palabras de Kirishima: “borraré ésta por ti” Tal vez se estaba preocupando de más por el énfasis en aquella palabra, pero fue inevitable pensar que tal vez se refería a las fotos del incidente que aún tenía en su poder y con las cuales lo amenazaba.
Si
las cosas salían como quería preferiría que borrara ésas, pero no podía hablar
al respecto en presencia de otras personas. Por el momento, todo parecía
indicar que no se las había enseñado a nadie más, pero no podía descartar la
posibilidad de que Kirishima fuera a meter la pata. Necesitaban conversar
seriamente de ello, después de todo, la farsa no podía seguir por siempre.
“Ah… qué desperdicio…”
Yokozawa
volvió su mirada a las editoras en cuanto escuchó sus comentarios tan
desalentados.
“¡Us… ustedes
también! ¡Bórrenla de sus memorias! ¡Ahora! ¡O me aseguraré que nunca vuelvan a
vender ninguna revista en este negocio!”
Era
el mismo as que usó cuando escuchó al par que platicaba hace un momento. Las
mujeres empezaron a quejarse.
“¡¿Eh?! ¡Debe estar
bromeando!”
“¡Está abusando de su
posición! ¡Qué amarrado, Yokozawa - san!”
“¡Cómo veo las cosas,
ustedes están violando mi derecho a proteger mi imagen!”
“Ehh…”
Pero
fue Kirishima quien intervino en la discusión justo cuando Yokozawa alzó su voz
al par: “¿Saben?
En eso tiene razón…”
“¡Deja de hablar como si
no tuvieras nada que ver en esto! ¡¿Quién crees que tiene más culpa?!”
“Bueno, creo que tú
por usar ese mandil tan lindo…”
Tras
dar esa respuesta tan audaz, las chicas coincidieron y apoyaron a Kirishima. Por
su parte Yokozawa recordó el dolor de cabeza que le había dado, masajeó su
frente y respiró:
“No crean que se
salieron con la suya.”
Cuando
vieron que realmente se estaba enojando, Kirishima y las editoras guardaron
silencio. De verdad, a Yokozawa no le importunaba mucho que lo molestaran,
siempre y cuando lo mantuvieran dentro de un nivel adecuado. Kirishima y las
chicas debían aprender a reconocer sus límites.
En
su nombre, Kirishima se disculpó una vez más:
“Lo siento. No pensé que
te fueras a enojar tanto. Estaba cansado y un poco fuera de mí. Le diré a todos
a los que se la enseñé que lo olviden… así que… ¿me perdonas?”
“Más te vale”.
“Dije que lo haría. Un
hombre siempre cumple sus promesas.”
Yokozawa
se fue después de que Kirishima entendiera lo que le quería decir. ¡Apenas era
lunes y estaba exhausto! Tomó el elevador, que por suerte se detuvo en el 5º
piso, y regresó al departamento de ventas que se ubicaba en el 3º. Había
llegado temprano buscando sacar algo de trabajo en la mañana, pero resultaba
que había terminado perdiendo su tiempo libre.
La
mitad del personal del departamento había llegado. Mientras colgaba su abrigo
en el perchero, Henmi se dio cuenta de su llegada y, dejando de prestar
atención al monitor de su computadora, lo saludó:
“¡Buenos días, Yokozawa – san!”
“Buenos días”
Respondió
mientras caminaba hacia su escritorio. Sin querer examinó el estado anímico de
Henmi, pues quería saber si había visto o no la foto. Pese a sus sospechas, su
compañero parecía el mismo de siempre. La mayoría del personal se había
marchado la tarde del viernes - el mismo Yokozawa fue quien apagó las luces del
piso-. Si tenía eso en cuenta, las probabilidades de que Henmi supiera de ella
eran cercanas a cero. Y aún así… decidió asegurarse, por si acaso.
“Y bien… ¿la viste?”
“¿Hm? ¿Qué? Ah… ¿la
información para la junta de hoy? ¡Estaba a punto de hacerlo!”
“Oh no, está bien si no
la has visto.”
Parecía
que nada de ese asunto había llegado a sus oídos. Al recordar que Kirishima
había mostrado la foto el viernes por la tarde, dedujo que los únicos que
podían haberla visto eran quienes estaban en el departamento de manga shonen,
por lo que no había forma de que hubiera llegado al de ventas.
“¡Lo… lo siento!
¡La leeré ahora mismo!”
Henmi
no entendió lo que Yokozawa le estaba preguntando y, preso de los nervios,
volvió rápidamente a su computadora. En tanto, Yokozawa sintió que ya se había
armado todo un lío como para aclararlo y dejó que se dedicara a trabajar. No
era como si hubiera algo de lo que debiera estar avergonzado. ¡Solo había usado
algo que no le venía bien! Tal vez, reconsideró, no había necesidad de reaccionar
como lo hizo.
Encendió
su computadora y comenzó revisando los correos que se le habían acumulado a lo
largo de la semana. Leyó los asuntos y dio un vistazo a los que tenían
información de librerías y comentarios de los lectores. Los primeros de los que
se encargó fue de aquellos que podía responder inmediatamente.
“¡Parece que los
nuevos números se están vendiendo muy bien!”
“Sí, están volando de los
aparadores más rápido de lo que habíamos pensado. Todo indica que pronto
tendremos que hacer una reedición.”
“¡Y coincidió con
el anuncio del lanzamiento de Za Kan! Los números atrasados se están vendiendo
bien y, afortunadamente, la revista también. ¡La estrategia de Kirishima - san
nos salvó!”
“Sí, aunque no
estoy seguro si fue un accidente afortunado o si realmente fue listo.”
Probablemente
podía aprender un par de cosas de Kirishima, quien siempre trataba de convertir
cualquier situación en una oportunidad. Antes de ser arrastrado por él como le
estaba sucediendo, no sabía mucho sobre su persona. Kirishima era tan frío y
distante que Yokozawa concluyó que era un hombre tan astuto como un
zorro: nadie podía decir qué estaba pensando.
Claro,
eso era exactamente lo que era, pero entendía que se trataba de una parte de
él. Kirishima era de esas personas horribles que no dudaban en ponerle el pie a
alguien en cuanto tenían la oportunidad… pero también era un padre que no podía
evitar consentir a su hija y que, de vez en cuando, se dejaba llevar fácilmente
por sus emociones.
“A propósito, Yokozawa -
san, ¡útilmente ha estado de muy buen humor!”
Le
comentó Henmi como quien no quería la cosa mientras mantenía su atención en el
monitor. Inmediatamente Yokozawa endureció -su hasta entonces- despreocupado
semblante y replicó: “¿Eh? ¿Cómo es que estoy de mejor humor?”
¿Cómo
era posible que se burlaran de él tras haber sido fuertemente rechazado y, al
poco tiempo, molestado por Kirishima?
“Es que… las
arrugas entre sus cejas son menos marcadas y se ha estado yendo temprano del
trabajo también. Al principio nos preocupamos porque parecía que se encontraba
muy deprimido.”
Yokozawa
no se había dado cuenta que todos notaron lo mal que había estado pero, si lo
pensaba bien, algo le decía que se habían andado con cuidado cuando se encontraban
cerca de él. Pese a ello, su personalidad le impedía agradecerles su inquietud.
“Me he estado
marchando temprano porque he estado menos ocupado con el trabajo, es todo.”
Como
estaba mintiendo, sonó menos persuasivo de lo que normalmente era.
“¿De verdad? Me parece
que ha tomado más trabajo del que suele… ¿No ha notado que por eso yo también
tengo más deberes?”
Yokozawa
replicó a los bromistas reproches de Henmi: “¡Eso apenas cuenta como más trabajo!”
“A diferencia de usted,
Yokozawa - san, ¡solo soy un trabajador del montón! ¡Por favor no sea injusto!”
“¿De qué hablas? Yo
también soy uno del montón, lo que pasa es que soy mayor y tengo más
experiencia que tú. Por eso sé cómo se mueven las cosas, es todo.”
Henmi
se quedó boquiabierto: “¿Eh? ¿Está... tratando de animarme?”
Yokozawa
no pudo soportar la mirada tan sorprendida que Henmi le dirigía y se arrepintió
de haber dicho algo que no era típico en él. De verdad, debía evitar hacer
cosas a las que no estaba acostumbrado.
“Si lo quieres ver
de esa manera, supongo que sí.”
“¡Realmente ha cambiado un poco! ¿Cuándo habrá
sido…? ¿Será desde que empezó a beber con Kirishima - san?”
“ …”
Tragó con dificultad
al oír que el nombre de Kirishima había entrado casualmente en la conversación.
Apretó los dientes y compuso su semblante para que no notara su predicamento.
“Hombre, ¡al principio me sorprendía mucho
cuando Kirishima - san bajaba al departamento de ventas! ¿Cuándo fue que se
hicieron tan cercanos?”
“No somos cercanos.”
Las editoras que se
había encontrado por la mañana habían hecho el mismo comentario, pero como
tenía razones por las cuales no podía rechazar ninguna de las invitaciones de
Kirishima, suponía que los demás lo veían como si se hubieran vuelto cercanos.
No obstante, era difícil que Yokozawa pensara que el tiempo que pasaba con
Kirishima era divertido. Le dirigió
una dura mirada a Henmi para refutar su insinuación, pero su colega la
interpretó como uno de sus gestos de siempre y replicó animadamente:
“¡Oh vamos! ¡Se nota mucho cómo sus hombros se
relajan cuando está platicando con Kirishima - san! Ah… ¿tal vez… ha estado de
tan buen humor estos últimos días por el tiempo que pasa con Kirishima - san?”
“¡Demonios no!”
“ ¡!”
Henmi guardó silencio
en cuanto Yokozawa le gritó. No imaginó que algo así sucedería por la manera en
que se estaba desarrollando la conversación. En tanto nuestro protagonista, al
ver a su compañero sentado con los ojos muy abiertos y sin decir nada, se
arrepintió inmediatamente de lo que había hecho. Era preferible que lo
malinterpretaran a que se supiera qué era lo que de verdad ocurría, total, era
mejor que las cosas tomaran su rumbo. Sin embargo, cuando se trataba de
Kirishima, terminaba teniendo ese tipo de reacciones exageradas.
“… Lo siento. No
quise alzar mi voz.”
“Oh… n… no…”
Incapaz de salvar la
densa atmósfera que se cernía sobre ambos, Yokozawa se levantó del asiento que
acababa de tomar. Debía respirar algo de aire fresco para enfriar su cabeza.
“Voy a hacer mis
rondas.”
Mientras metía un
expediente a su portafolios Henmi, titubeando, le recordó: “Eh… pero… ¿qué no
tenemos una junta a las 11?”
“ Habré vuelto para entonces. Te he enviado los documentos por mail, solo
imprime copias suficientes para todos.”
“¡Espere, Yokozawa - san!”
El aludido ignoró que lo llamaban
y caminó en dirección contraria a sus colegas que acababan de llegar a la
oficina.
“… Estoy
completamente agotado.”
Era la primera vez
que salía a beber con clientes en un rato y había terminado peor que de
costumbre. A pesar de que no había mucho para beber, era
imperdonable ir tan lejos como para quedar
realmente borracho, por lo que no pudo deshacerse de los nervios y de
la tensión.
Enterrarse en el
trabajo y evitar a Kirishima le ayudó a enfriar la cabeza. Sabía que ir a tomar
con el administrador de una librería que lo había invitado sería la excusa
perfecta para rechazar a Kirishima… pero de todas formas se sentía culpable.
Cuando le envío un
mensaje - “no puedo ir esta noche” - Kirishima, para su
sorpresa, lo entendió. Si bien la respuesta no había sido la que esperaba,
Yokozawa debía recordar que Kirishima, como él, trabajaba en una oficina. Por
tanto, no era posible esperar que Kirishima lo prefiriera por encima de sus
deberes.
Aún así, le
preocupaba lo decepcionado que estaba, aunque había sido él quien había dicho
que le era imposible asistir.
“¿Qué rayos pasa
conmigo?”
Cierto, esperaba ver
a Hiyori, pero en realidad había sido forzado por Kirishima - y por esa razón
no podía bajar la guardia-. Sí, tal vez le hayan conmovido algunas cosas que
Kirishima hacía, pero hasta ahí. Y respecto a la foto enviada por Hiyori… para
ser sincero ya no estaba enojado. En cuanto supo de su existencia, su sangre
fue directa a su cabeza. No obstante, no aparecía haciendo algo vergonzoso y,
si lo pensaba bien, tal vez había sido más patética la forma en que había
explotado. Sin embargo, de todas esas cosas, la que más le preocupaba era el
papel que Kirishima se encontraba desempeñando en su vida.
Dejó el portafolios
en la mesa junto con el gyuudon que
compró en una tienda para cenar y se quitó el saco. Mientras se dejaba caer en
una silla, Sorata se acercó a sus pies: “Miau”
“Ah, Sorata, te
traeré tu cena, espera un minuto. Hoy tendrás comida enlatada.”
Era raro que Sorata
se le pegara tanto. Tal vez porque su dueño había estado trabajando por varias
horas, aquella noche el gato no se despegó de los talones de Yokozawa desde que
llegó a casa. Igual y se sentía solo por pasar mucho tiempo sin compañía.
“Ha pasado rato
desde que comemos juntos, ¿no crees? Siento haberte dejado solo estos días.
Pronto no tendré tanto trabajo, aguanta un poco más.”
Su apartamento estaba
amueblado con el mínimo de cosas necesarias para vivir, lo cual, por alguna
razón, lo hacía sentir más solo que de costumbre. Tras haber sido contagiado
por la vivacidad de una niña, era imposible negar la soledad que reinaba en el
lugar. Si no fuera por Sorata, no lo podría soportar.
Es porque Hiyo es una máquina parlante… Siempre contando
cosas y después y después… brincando de un tema a otro - las últimas modas en
la escuela, las materias que había tenido ese día en la escuela, lo que había
comido en el almuerzo… amaba platicar sobre todo lo que le ocurría. A veces se
cansaba a mitad de la conversación y la dejaba. A lo mejor a esas horas ya
estaba dormida. Como pensó que Yokozawa planeaba venir después, le envío un
mensaje donde le pedía “¡Ven mañana!”, pero aunque deseaba verla, no esperaba
visitar la casa de Kirishima por vía de mientras.
Necesitaba establecer
algunos límites y ordenar sus pensamientos. Le era imposible entender por qué
perdía la compostura cuando se trataba de Kirishima. Con ello, ni siquiera
había tenido tiempo de pensar en su corazón roto.
¡Maldición! ¿Por qué su cara me viene a la mente?
Aunque Kirishima era
la última persona que quería ver, Yokozawa, en cuanto bajaba la guardia, se
sorprendía pensando en él. Nunca en su vida se había encontrado con una persona
que, como Kirishima, lo lograra confundir tanto.
Mientras seguía
pensando en ello con la lata de comida en sus manos, Sorata maulló reclamando
su atención. Al mirar, lo vio restregarse contra sus pies como muestra de su
enojo.
“Ah, lo siento, lo
siento. La abriré ahora.”
Puso un poco de agua
caliente en la lata después de abrirla para que el contenido saliera con
facilidad y, a continuación, lo colocó en el tazón de Sorata. El gato, por su
parte, la devoró con entusiasmo. Como pasaba mucho tiempo fuera de casa,
Yokozawa había optado por evitar comida de gato seca. Y, aunque parecía que a
Sorata no le importaba del todo, su dueño prefería la enlatada.
“¿Sabrosa, eh?”
Por supuesto, Sorata
estaba tan concentrado en comer que no le respondió. Ya no era un gatito y
Yokozawa sabía que debía ponerlo a dieta, pero la culpa que lo invadía por no
ser capaz de estar ahí para Sorata lo invadía, por lo que escogía nuevas marcas
de comida para gato en cuanto eran colocadas en los aparadores de las tiendas.
Al ver al gato comer
- el cual, por cierto, estaba disfrutando de lo lindo de su cena - recordó que
necesitaba comprarle más. Takano frecuentemente lo regañaba diciéndole "Eres
muy suave con Sorata", y él lo sabía… pero era inevitable.
“… Creo que yo también comeré.”
Pero su gyuudon se había enfríado y, de alguna
manera, sabía peor que de costumbre.
[Fin capítulo 4]
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¡Oh Dios! Reí demasiado con esta parte del capitulo, demonios Kirishima desgraciado hijo de su madre, como lo dijiste tú!! xDD
ResponderEliminarExploté en risas, pobrecito Yokozawa ahora el respeto -y miedo- que le tenían se irá por el caño gracias a Kirishima ahahahaahahahahaha!
Muchas gracias por la traducción y esta parte, es un gran trabajo, me vino de mil maravillas tras una semana extenuante con la universidad. Muchas mil Gracias! *-*b
Jajajajjajaja xD ese Kirishima sique sabe como molestar al tsundere yokosawa *3* me encanto como sale en la foto.. es todo tierno
ResponderEliminarMuchisimas gracias por la traducción la estaba esperando con ansias :)
saludos
8D
Leí la conti muy emocionada. Solo puedo decir...OH POR DIOS!! XD. Jaja. Pero no puedo ver la imagen TAT. ¿Será por mi compu? anyway gracias por la traducción. nwn/
ResponderEliminarSimplemente... no puedo parar de reír. -Y mi familia me ve con cara de "A esta se le acaba de zafar otro tornillo"-.
ResponderEliminarCondenado Kirishima xDD ¡¡Hijo de toda su madre!! Se la bañó, se la bañó xD La reputación de Yokozawa ha sido pisoteada, quemada, y luego arrojada por el retrete xD
¡Muchas gracias por la traducción! Me sacó una enorme sonrisa -y carcajadas- que ya me hacían falta :3
Eso sí, tampoco puedo ver la imagen ;A;... y menos las de los capítulos anteriores ;A;...
Bueno, bueno, a esperar lo que sigue~ xD
Ciao-ciao~!
como amo esta novela pero en este capitulo waaa maldito Kirishima...me cayo tan mal
ResponderEliminarcomo pudo hacerle eso a mi lindo yokozawa > <
(respiro ondo*) bueno...muchas gracias...adoro esta novela
y cada vez que hay capi nuevo me alegro mucho
estare esperando la continuacion con muchas ansias xD ♥
Bu buu~ Maldito Kirishima como hace llorar a Yoko-san!! ;_; Que malooo! Aún así me reí un montón, en especial al final cuando las chicas dicen "hace puedo confiar mas en Yokozawa!" Ay por Dios! xD jajajaja qué manera de reír... Me encanta como se enojaa pero también quiero verlo feliz pronto! Me entretiene demasiado esta novela. El bullying es bueno sólo hasta cierto punto, ya saben!
ResponderEliminarEspero con ansias la proxima traducción! :D Muchas gracias por todo su esfuerzo!!
>o< Que lindo!!! XD Ver asi a yokozawa es realmente algo agradable *-* lo deja mas adorable que antes *-* Adore el capitulo por como lo estan haciendo sufrir.
ResponderEliminarGracias por la traducción.!!!
Que lindo!
ResponderEliminarMuchas gracias!
Me ha encantado, sobre todo eso del pobre Yokozawa sintiéndose humillado, lo cual por cierto es muy divertido y muy lindo. Si lo viera moriría por tanto MOE...
Espero la próximo.
Gracias por todo!
Nyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que kawaaaaai es Yokosawa-saaaaan<3<3<3<3<3<3 y que malo es Kirishima pobrecito debió haber pasado un mal rato xD pero valio la pena ver una foto de el así *wwww* sigue subiendo esta hermano espero con ansias el proximo *ww* sigue achí :3
ResponderEliminarMuchas Gracias!! ;D Excelente historia... Hiyo hace ver el lado "tierno?" de Yokozawa!! Y bueno... Kirishima, lo molesta con estilo ps Kyaa! xD Ya quiero ver la segunda parte de este capítulooo Sigan así!! Hacen feliz a todas las que leen ^^^^^^^^^^^^^^^ De nuevo MUCHAS GRACIAS *-*
ResponderEliminarHola creo que estoy super encantada con esta historia <3 pero desearía saber si ya tienen el cap 5 :3 dios me muero de esperar,gracias por el esfuerzo me encanta la traduccion de esta pagina y ojala sigan asi felicitaciones y gracias :3.
ResponderEliminarMuy buena esta novela Gracias por compartir :) esperaré la continuación .
ResponderEliminarGracias!
Oww hermoso!!!
ResponderEliminarSigo esperando la continuacion <3
Muchisimas gracias CB
ResponderEliminarMorí de risa con esta primera parte, espero ansiosa la continuación.
Con respecto a la notocia del segundo volumen me emociona, yo también muero por saber quien es el uke >w<
jajajaja xDDDDDDDD!! GRACIAS deveras MUCHAS GRACIAS realmente me mato y eso de " por que ere gay" explote xDDDDD!! pobre yokozawa, ojala pueda arreglar su reputacion, kirishima iwal fue cruel con el jajaj xDDD
ResponderEliminargracias por esta parte y espero la de sorata , tambien me encanto :3
Fue la muerte. Kirishima es una basura, terrible. ha dejado a yokosawa por los suelos. reí muchísimo. Ojalá que pongas pronto el cap 5.
ResponderEliminaraaaaaa me encannnta!!! espero con annnsias el proximo capitulo!!!!(L)
ResponderEliminarWiii ya salio el cap completito >w<. Pero cuando se dará cuanta de lo que le está pasandooo. Waaa!
ResponderEliminarsii!!! ya quiero ver el cap 5! awooooow hahahahaha pobre Yokozawa
ResponderEliminarExelente traducción!! Ame este capitulo, ya quiero leer el 5 x3! Me encanto tu blog, voy a revisar que mas hay jeje :3
ResponderEliminarEspero que sigan trabajando tan bien la serie x3 Adioooos!
¡Buenisimo! por favor no puedo con Kirishima, solo él puede jugar así con la reputación de Yokozawa y salir vivo del intento~ muero por leer el 5! excelente blog T///T ahora comprendo lo hermoso que puede ser ese oso amargado de Takafumi xD me reí cómo loca @_@ Kirishima se la juega ¿eh? jajajaja
ResponderEliminarKya♥♥!!!porfaz no nos puedes dejar asi kontinualo. ta muy chido tu blog me gustan tus trabajos =3 son Xvr!!!
ResponderEliminarossh!! Kirishima se pasa, empieza a ser un poco frustrante xD jaja, pero la verdad me reí mucho y cada vez me enamoro mas de esta historia.
ResponderEliminarExcelente trabajo GRacias!!
jjajjajaja morí con lo de la foto, pobre Yokosawa, stoy esperando un pco mas de interaccion con Takano *o*,, y aunke Kirishima sea un hijo de su madre lo adoro jajaja gracias x el capi
ResponderEliminarwolasss el capii esta exxellent, jajajaja ese Kirishima es de lo mejorrr!! si k sabe komo hacer enojar a Yokosawa; x fin alguien k le haga ver k tambien es humano y k tambien le haga sakar su lado mas tierno...
ResponderEliminarme enkantas Kirishima san!!!!!!
tu eres lo k necesitaba Yokosawa para dejar de verse tan perfecto y ya c relaje un poko!
omg, aún no puedo creer que terminé en este lugar lleno de un ambiente tan obscenamente marica *señala a Kana* y solo para leer la novela de Yokozawa. Pfft, lo que hace el vicio, hace caer a uno que es tan hetero aquí.
ResponderEliminarHahaha pues ya, vengo a comentar 'cause quería agradecer de todo corazón *no tiene* la traducción de estos capítulos, ha de ser una joda x) -floja-
gracias por complacer a las pobres almas inmortales como yo que buscan porno madrugador (?)
Oh ya, ya ya, ya Kana, no hace falta que me halagues *wtf*
ok ya -la patea al extremo- <3
Kirishima es un bastardo XD
JAJAJAJAJ Kirshima es re troll!!! lo re adoro ^^
ResponderEliminarMi madre ;A;
ResponderEliminarEsta novela me encanta xD, me quise volver a releer los capitulos, ¡¡Porque esta novela es lo mejor y la pareja aun más!! x'DD
Y Kirishima....Oh! Kirishima, es un troll hijo de su madre, ¡¡pero lo amo!! x'D Hace sacar el lado más tierno de Yokozawa, ¡Que también lo amo ;u;!
ResponderEliminar"Necesitaba establecer algunos límites y ordenar sus pensamientos. Le era imposible entender por qué perdía la compostura cuando se trataba de Kirishima. Con ello, ni siquiera había tenido tiempo de pensar en su corazón roto."
ResponderEliminarAhí está la verdad de la milanesa (? jaja ^-^
En serio que Kirishima es todo un loquillo, si admito que se paso pero asdfasdgfafsfdaggsfadgdaagf es tan dvertido! Oh, ya entramos en la parte de las cavilaciones tipicas de un manga shojo por parte del protagonista de la historia xD Yokosawa, eres un amor! Por eso se meten contigo ¬¬
ResponderEliminarmuchas gracias por la traducción!
P.D: acaso soy la unica a quien no le agrada Henmi? No se hay, algo acerca de su persona que no termina de gustarme...
Ver comentarios del 2012-2014 me pone sentimental xDD recuerdo aquellos años cuando leí esta historia
ResponderEliminarY de verdad, la mejor decisión que pude tener fue releer esta historia que tanto me encantó!
Gracias muchas gracias por mantener aún este blog en línea y mantener aquí la novela!
Muchísimas gracias 😭💜💜